1 03, 2016

UPS…ME HE EQUIVOCADO!

By | 2018-02-14T16:03:29+00:00 marzo 1st, 2016|Trabajando Feliz|0 Comments

Cómo admitir errores de forma productiva y exitosa.

Probablemente alguna de las frases más difíciles de pronunciar de la historia son: “tenías razón” o “he cometido un error”, junto con la oscarizada palabra “perdón”. Yo tengo que decir que normalmente no están en mi vocabulario, y no porque no me equivoque eh! si no porque soy una cabezota orgullosa que prefiere hacerse la indignada de la vida antes que admitir que he cometido un error.

Eso es mal, muy mal señores.

Cuando eres el administrador, relaciones públicas, community manager, diseñador y hasta personal de limpieza de tu propia empresa, cometes muuuchos errores. Es normal, no puedes saber de todo, esa es la gracia que tiene, ¿no crees? Vamos absorbiendo información de cada rincón, recopilando datos y aplicándolos a nuestra empresa. Y mira tú por dónde, no sabes los valiosos datos que nos pueden proporcionar nuestros propios errores!!!

Así que vale, lo acepto, no soy perfecta, ¿y ahora qué? Pues bien, tras leer mucho sobre el tema, he conseguido extraer algunos consejos para sacar ciertos puntos positivos al hecho de aceptar una equivocación (sí, parece ser que los tiene), de modo que finalmente resulte una experiencia enriquecedora y productiva. Allá van:

 

SÉ RESPONSABLE DE TUS ACTOS

Acepta tu responsabilidad cuando las cosas no funcionan como esperabas. No pongas excusas, si te has equivocado admite tu error, ese es el camino al crecimiento. No consiste en poseer la verdad absoluta si no en encontrar la solución a los problemas.

De igual modo, cuando alguien de tu entorno acepte un error, muéstrale respeto y apoyo (eso es señores, nada de “te lo dije”), sólo así podrás crear un entorno que acepta los errores sin sentir culpabilidad.

 

SINCERIDAD ANTE TODO

Cuando aceptes tu culpa debes ser sincero contigo mismo. Pero nada de “es que no vales para esto” o “fulanito lo habría hecho mejor”, no se trata de machacarse a uno mismo, se trata de analizar el porqué de tus acciones y aceptar qué hiciste mal siendo comprensivo contigo mismo.

En caso de ser necesario pedir disculpas, debes hacerlo de forma sincera y directa, no te andes con rodeos o excusas. Con esa honestidad te sentirás mejor y conseguirás que la gente se ponga en tu lugar, y veamos… quién no se ha equivocado alguna vez???

APRENDE DE TUS ERRORES

Por desgracia, el ser humano es el único capaz de tropezar más de una vez con la misma piedra, pero eso sí, cada vez aprendemos a caemos mejor 😉

Analiza tu equivocación y extrae todo el jugo que puedas de ella. Aprende la lección, analiza el por qué no funcionó y qué información te ayudó a seguir adelante y establece una táctica para que a la próxima no te vuelva a ocurrir.

A través de nuestros errores tenemos la oportunidad de reflexionar y aprender algo nuevo. Cuando revisamos las consecuencias de una acción que acabamos de realizar, es cuando podemos reconocer el error que cometimos. Debido a esto, nos resulta tan difícil prevenir algunos errores, porque sólo podemos reconocerlos una vez que los hemos cometido.

 

HAZ LOS CAMBIOS PERTINENTES

Confecciona un plan de cambio. Sé consecuente con tu análisis y establece unas bases para que el error no se vuelva a cometer.

Este es el punto en el que aplicas lo que has aprendido. Si asumes tus errores de forma madura, éstos siempre te harán crecer, tanto a nivel profesional como personal.

 

Muchas personas creen que reconocer un error puede ser una señal de debilidad y que, además, puede representar la posibilidad de perder el respeto por parte de tus empleados, proveedores o incluso seres queridos… Pero no es así! Definitivamente, el admitir que nos equivocamos nos merece el aprecio y la estima de ellos, especialmente si nos ven hacer el esfuerzo para superarlo y no repetirlo. Asumir nuestros errores nos permite crecer y madurar internamente.

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16 02, 2016

¡SANTA PACIENCIA!

By | 2018-02-14T16:03:30+00:00 febrero 16th, 2016|Trabajando Feliz|1 Comment

5 Recomendaciones para desarrollar la paciencia.

La paciencia es una virtud, lo sabemos aquí y en la China. Se trata de esa capacidad de mantener la calma mientras esperamos o soportamos una situación poco agradable.

La paciencia es la gran amiga de las personas que creen en sí mismas, que nunca pierden sus metas y son capaces de superar las situaciones adversas.

Se trata de una cualidad muy vinculada al logro de objetivos, pero también necesaria para nuestras relaciones y para que el estrés no haga estragos en nuestra salud.

Yo personalmente debo decir que la paciencia no me suele acompañar, de hecho, es uno de mis mayores defectos. Soy muy organizada y perfeccionista, así que cuando las cosas no salen cómo y cuándo lo tenía programado me pongo de muy mala uva (la gente que me conoce bien dará fe de ello…).

Os pongo un ejemplo de una situación personal (la razón por la que escribo este post, vaya). Llevo desde principios de año esperando un “hito” en mi vida laboral que parece que nunca llega….Como leísteis en mi post El 2015 me ha desbordado, necesitaba ayuda urgentemente en la oficina.  Así que en enero tenía planificado contar con la ayuda de un compañero, pero parece que hemos tenido que aplazar la cosa hasta finales de marzo… ¿Cómo??? finales de marzo!!! estamos locoooss!!! No puede ser, no voy a aguantar tanto (carita de susto del icono del móvil), esto no es como yo lo había planeado…Todos mis esquemas directitos a la basura.

Pues mira chica no, esto no te puede pasar (ni a mí ni a vosotros, eh chatos!). Hay cosas que no dependen de uno y hay que aprender a sobrellevarlas mejor. Así que este mes toca focalizarse en trabajar mi paciencia.

He estado buscando algunos consejos y recomendaciones para desarrollar paciencia. Parecen fáciles, a ver si podemos ponerlos en práctica:

1- NO SE PUEDE CONTROLAR TODO

Pues eso, lo que os andaba diciendo…que no todo depende de nosotros. No te puedes sentir frustrado por culpa del clima, de fenómenos fortuitos o por el comportamiento de otras personas. Cuanto antes seamos conscientes de eso, pues mejor.

Cuando una situación te frustre o te cause impaciencia pregúntate: ¿puedo hacer algo para cambiarlo? Si la respuesta es no, pues no sirve de nada calentarse la cabeza, no crees?

Tú eres responsable de tu propio comportamiento. Haz lo mejor que puedas y si te equivocas o algo falla, acéptalo, eres humano. Aprende lo que puedas de la situación y… ¡adelante!

2- VE MÁS DESPACIO

Nuestra generación va acelerada, con las nuevas tecnologías es fácil acceder de forma inmediata a las cosas, lo que nos ha enseñado a querer las cosas YA.

Cuando esto se traslada a nuestras propias exigencias tendemos a saturarnos y exigirnos sin medida. Lo primero es tu salud. Si luchas por un objetivo, divídelo en pequeños logros y traza un plan (puedes aprender a hacerlo con El método GTD y la planificación eficaz) ¿Que el plan no funciona? Rediséñalo, pero no vivas cada día con agobio. ¿Acaso sirve de algo?

3- CÉNTRATE EN EL MOMENTO PRESENTE

Acepta el momento tal cual es. Aprende a disfrutar del ahora. Muchas veces tendemos a “vivir en el futuro”, es decir, a creer que estaremos mucho mejor “cuando esto suceda” o “cuando tenga aquello” o “cuando consiga lo otro”.

¿Por qué no dejar ir las preocupaciones y disfrutar de cada momento por pequeño que sea el logro o el avance? Esto va a sonar a refranero de pueblo, pero el que tiene razón tiene razón: “es bueno tener una meta, pero al final es el camino a la meta lo que importa”

4- NO TE ALTERES POR TONTERÍAS

Esta me la tengo que grabar a fuego….

Hay cantidad de situaciones en las que perdemos los nervios y malgastamos una cantidad de energía desproporcionada: que alguien te tenga una mala palabra, que se te cuelen en el autobús, que estés en medio de un atasco de tráfico…

Son ejemplos de nimiedades que pueden sacar de quicio a más de uno; pequeños sucesos no agradables por los que enfadarse equivale a gastar preciadas energías.

Aquí volvemos al punto 1: ¿puedo hacer algo para cambiarlo? No? Pues para qué malgastar energía si no vas a conseguir cambiar nada…

5- PON MÁS HUMOR EN TU VIDA

El humor ayuda a contemplar la situación desde otro punto de vista, que es, precisamente, lo que necesitamos. En este caso, un punto de vista cómico, quizás disparatado, pero muy saludable.

Lo sé, lo sé…es difícil… pero de lo que se trata es de quitarle importancia y verlo de otro modo, para que después puedas hacer con calma lo que esté en tu mano.

Es una mejor opción que dejarse llevar por el cabrero y terminar hecho polvo, no crees?

 

¿Qué os ha parecido? ¿Podemos aprender a ser más pacientes? Yo muchas veces veía a las personas pacientes como “pasivas”, sin mucha “chicha”. Pero oiga, ahora las envidio… la paciencia es una respuesta basada en la sabiduría, las personas pacientes no atienden a impulsos primarios, son gente muy equilibrada que rezuma paz interior. ¡Yo también quiero!

 

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9 02, 2016

AUMENTA TU RENDIMIENTO LABORAL

By | 2018-02-14T16:03:30+00:00 febrero 9th, 2016|Coworking La Eliana, Trabajando Feliz|0 Comments

La importancia del entorno de trabajo.

Aunque solo necesites para trabajar un ordenador portátil, todo el espacio que te rodea es fundamental para que tu jornada laboral sea productiva. Quizá son cosas de en las que ni siquiera te has fijado nunca o de las que no eres consciente, pero hay determinados aspectos dentro de tu espacio de trabajo que son elementales para tu rendimiento laboral.

Yo estuve leyendo al respecto cuando me planteé abrir la oficina Coworking en La Eliana. Para mí era fundamental que el ambiente fuera agradable y acogedor, que la gente sintiera que aquí se trabaja cómodamente y que la oficina sacara lo mejor de cada uno.

Según un estudio que encontré (vete tú a saber de dónde, pero yo me lo creí porque me sonó muy profesional), el rendimiento de un trabajador puede mejorar un 15% si trabajas en un ambiente de trabajo ideal. Así que me puse a desgranar qué características convertían una oficina cualquiera en un “espacio de trabajo ideal”, y aquí las comparto con vosotros:

 

  • ILUMINACIÓN

Una buena iluminación natural es fundamental para trabajar a gusto. Es más, de lo contrario, estar todo el día trabajando con poca luz natural puede tener efectos muy negativos como el bloqueo mental, la fatiga ocular o incluso la depresión.

La luz natural es nuestra “ancla”, sabemos en qué momento del día nos encontramos y nuestro organismo es más consciente de ello, por lo que nuestras funciones básicas como dormir, hacer la digestión y demás son más estables y regulares.

En definitiva, la iluminación natural nos da vida, anima el humor de la gente y aporta alegría al ambiente. Por eso en Coworking La Eliana contamos con amplios ventanales por los que entra una luz cálida que conforma un ambiente agradable y natural.

 

  • EL DISEÑO

La confección del espacio, la distribución de las estancias, los colores de las paredes o los propios materiales de revestimiento mandan pequeñas señales imperceptibles de forma consciente, pero que nuestro subconsciente analiza y digiere. El espacio tiene que rezumar armonía, estar ordenado y ser acogedor. En Coworking La Eliana apostamos por los espacios amplios, las paredes blancas, el suelo cálido de parquet y la decoración con plantas para darle un toque de alegría y naturaleza al espacio.

 

  • COMODIDADES

Esto es de cajón: cuanto más cómodo estés trabajando, más productivo serás, cierto? Pues bien, las premisas son “quan més sucre, més dolç”: el espacio tiene que estar correctamente climatizado, la conexión a internet debe ser rápida y la impresora estar accesible para todos.

Otro punto a tener en cuenta es el espacio de descanso, con un cómodo sofá y una buena cafetera para hacerte un café rapidín y espabilarte en un momento determinado de bajoncete… Poder llevar tu comida al trabajo, guardarla en el frigorífico cuando llegas y calentarla en el micro cuando vayas a comer.

Lo mismo con las salas de reuniones: ¡cómo de cómodo es poder tener a tu disposición un espacio donde reunirte con tus clientes siempre que lo necesites!

También es importante la accesibilidad y localización  de la oficina. Poder entrar y salir de la oficina a pie de calle, con comodidad para ir a comprar o al banco.

Se trata de pequeños detalles que van sumando, detalles de los que muchas veces eres inconsciente pero que cuando los tienes ya no quieres renunciar a ellos, porque te hacen la jornada laboral más cómoda y, en definitiva, te hacen ser más productivo en tu trabajo.

 

La iluminación, el buen ambiente de trabajo, la decoración, la tranquilidad, las comodidades… Todo ello es fundamental para que trabajes al 100 %. No subestimes el poder del bienestar en el trabajo, tu rendimiento depende mucho de ello!

En nuestro espacio coworking hemos aplicado al dedillo estas premisas. Así que si estás buscando oficina, no busques más, en Coworking La Eliana tenemos todo lo que necesitas 😉

 

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19 01, 2016

CÓMO REACCIONAR ANTE EL: “UY, QUÉ CARO!”

By | 2018-02-14T16:03:31+00:00 enero 19th, 2016|Emprendedores, Trabajando Feliz|1 Comment

Yo mato. Cuando alguna vez he recibido esa respuesta siento como si me abofetearan la cara y me dijeran, en mis narices, tu trabajo no vale nada. ¿Os ha pasado?

Años de estudio, meses de trabajo, dedicación, profesionalidad, publicidad y marketing, estudio de negocio, análisis de la competencia, cálculo de costes….todo se va a la mierda cuando la respuesta ante un presupuesto, precio o tarifa es: “uy, qué caro!”

La gente no entiende el esfuerzo que requiere sacar día a día una empresa a flote, la dedicación que supone y el insulto que es para cada uno de nosotros, emprendedores, empresarios, diseñadores o freelance que te digan con despecho que tu trabajo no vale lo que tú consideras apropiado (bueno, vale, igual eso del despecho son más imaginaciones mías, pero es que me siento así, despechada).

Pues bien, después de esta parrafada imaginaréis mi reacción (verbal y no verbal) ante esta situación. No soy la más maja.

Eso no es bueno, ni para mí ni para mi negocio. Así que, he estado indagando sobre el porqué de esta situación y cómo darle un enfoque más empático (y simpático, ya de paso) al tema. Aquí van mis conclusiones:

PASO 0:

Cercionarte de que estás dando un precio justo, competitivo y ajustado a tus horas de trabajo y costes. Valora bien todas las variables y estable tu tarifa conforme a esas variables. NUNCA pongas un precio “a ojo”, será fatal para tu negocio y muy difícil de argumentar ante los clientes. Si tú tienes claro clarinete el porqué de tus tarifas te será mucho más fácil defenderlas.

PASO 1:

En el momento de contestar a un cliente ante su simpático “uy, qué caro!”, tómate unas respiraciones profundas antes de actuar. Cuando me refiero a actuar quiero decir antes de hacer, decir o escribir algo de forma impetuosa. Relájate e intenta dibujar una sonrisa en tu cara antes de contestar.

Para mí éste es el paso más difícil. Cuando se trata de responder a un email la cosa es más sencilla, te puedes tomar tu tiempo para relajarte y contestar tranquilamente. Pero hay que aprender a reaccionar ante el “cara a cara”, no responder de inmediato, hacer un par de respiraciones con la sonrisa en la boca y luego, contestar de forma calmada. Para hacer esa pausa puedes “entretener” a tu interlocutor ofreciéndole un café o salir a pasear o lo que se te ocurra.

PASO 2:

Analizar el tipo de cliente que tienes delante, ponerte en su piel (porque sí, en algún momento u otro nosotros hemos estado en su piel) y buscar la forma más adecuada de darle una respuesta.

EL CLIENTE INGORANTE

Si tú estás dando un precio justo y el cliente piensa que es caro es probable que se deba a que no le queda claro porqué cuesta “tanto”. Lo que debes hacer en tal caso es explicarle educadamente por qué tu trabajo vale lo que quieres cobrar. Qué es lo que te diferencia, cuál es tu valor añadido o lo que sea que hayas considerado para poner el precio.

EL CLIENTE NOVATO

También puede suceder que el cliente piense que tu servicio es “caro” porque no sabía lo que valía su solicitud, iba un poco a ciegas y no tenía presupuestado gastar esa cantidad. Aquí deberías explicarle por qué tiene ese precio esa clase de servicio o producto (defiende a tu gremio), detenerte un poco en lo que consiste tu trabajo o el servicio que le estás ofreciendo.

EL CLIENTE CON POCOS RECURSOS

A veces simplemente el cliente no tiene el dinero necesario para cubrir tus honorarios. Un cliente que no puede pagar tus servicios, desafortunadamente, no es tu cliente. A mí me encantaría que el coche de mis sueños costara menos de 500 euros, pero no por eso me harán un descuento el día que me pare en un concesionario.

EL CLIENTE “PILLÍN”

En algunas ocasiones (por desgracia, demasiadas…) el cliente sabe que decirle a un proveedor “es muy caro” es una receta secreta para obtener un descuento automáticamente. Y muchos novatos caen redonditos. Sin embargo, si tus precios son correctos y justos no caigas en esa trampa. Es fatal trabajar por debajo de tus costes, te haces mucho daño a ti regalando tu trabajo y le haces daño a tu gremio.

Una técnica que funciona muy bien en este caso es partir tu trabajo en diferentes fases o proyectos desmenuzados y, en el caso que el cliente quiera bajar el precio deba escoger qué parte del proyecto quiere eliminar para así abaratar. Es decir, tú me pagas menos pero yo trabajo menos.

 

Para que la cosa no te pille de improvisto, lo mejor es escribirte una plantilla para cada una de las situaciones, una pequeña guía de cómo responder en cada caso. De este modo, cuando te topes con una situación similar no tendrás que improvisar tanto y se te verá más seguro de ti mismo.

 

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23 12, 2015

EL 2015 ME HA DESBORDADO

By | 2018-02-14T16:03:31+00:00 diciembre 23rd, 2015|Trabajando Feliz|0 Comments

Mis propósitos para año nuevo.

Hola, Lourdes al habla. Hoy te escribo un post un poquito más personal de lo habitual. Ya sabes que me gusta compartir mis experiencias profesionales y las cosas que voy aprendiendo en mi camino emprendedor. Pero inevitablemente, lo profesional se mezcla con lo personal y viceversa. Ya te comenté mi problemón sobre “separar vida profesional y personal”, pero hoy la cosa va un poco más profundo.

Tranquis que no me enrollo mucho y al final tenéis regalito 😉

Pues sí, el 2015 ha sido un año de emociones fuertes. A mi ritmo habitual de trabajo se sumaron una serie de hitos tanto profesionales como personales que poco a poco han ido mermando mi energía. A principios de año comencé una nueva etapa profesional con la firma de mobiliario Momocca, también decidí actualizar la otra web en la que trabajo, ecoDeco. Por otro lado, me puse en modo “cat woman” haciendo una súper dieta con entrenamiento personal incluido. En junio me casé. El verano fue un despiporre de viajes y aventuras. A la vuelta actualizamos la página web del Coworking (esta que navegas ahora mismito ;-)) e hicimos el vídeo corporativo. Luego he participado en varias ferias y eventos con mis muebles. Todo esto intentando no descuidar demasiado mis relaciones personales con amigos, familia y pareja (comidas, cumpleaños, bodas, despedidas y demás eventos…)

No me confundáis eh, mucho trabajo (con sus altibajos) y muchas alegrías personales, el balance general es de UN GRAN AÑO. Pero, lo admito, 2015 me ha desbordado. Siento un absoluto descontrol de mis emociones y de mi salud tanto física como mental.

Porque esto de ser emprendedor, trabajar para ti mismo y demás está muy bien, pero que nadie se engañe, es todo un embolao. Y antes de nada hay que analizar el por qué te metes en este embrollo. Para mí el objetivo es claro y conciso: calidad de vida.

Así que mi propósito fundamental para el 2016 es CUIDARME. Para ello, he elaborado una pequeña lista de objetivos personales a modo de «propósitos de año nuevo», sencillos y al grano, que espero me beneficien tanto a nivel psicológico como físico:

1- FIJAR UN HORARIO DIGNO:

Basta ya de trabajar 12 horas al día (sí, has leído bien, 12 horitas que se ha marcado una servidora durante bastantes meses seguidos….). A partir de ahora trabajaré 8 horas al día e intentaré cogerme al menos una tarde libre a la semana.

2- VOY A DELEGAR:

Esto se merecerá un post al respecto en su día, porque lo sé, me va a costar. Pero si quiero cumplir el punto 1 tengo que aprender a delegar, porque no hay horas en el día para hacerlo todo yo sola.

3- EJERCICIO FÍSICO:

Voy a establecer una rutina semanal de ejercicio, gimnasio y algún paseíto despejador. Volveré a venir al trabajo en bici, que me encantaba y estos últimos meses de estrés no he podido.

4- EJERCICIO MENTAL:

Para mí, este es el punto más importante. Tengo que aprender a controlar mis emociones, mi mala leche y mis malas reacciones. Quiero ser más positiva y aprender a relajarme cuando la situación me supera.

Hace tiempo que os hablé sobre el MINDFULNEES y sus muchos beneficios. Y, hablando del tema “propósitos de año nuevo”, me he topado con estos que promulga el Mindfulness y me han parecido muy apropiados para mí:

SONREIR. Desde que me levanto, a mí misma, ante el espejo. Salir de casa con la sonrisa puesta.

RELAJARME O MEDITAR unos minutos todos los días

MIRAR AL CIELO. Por lo menos una vez al día

SER AMABLE. ¡¡¡Que poquito cuesta dar las gracias!!!

MIRAR A LOS OJOS. Cuando me hablen, poniendo toda mi atención (¡¡¡ incluso a los pesados!!!)

SER MAS TOLERANTE. Con los demás y conmigo

PEDIR PERDON Y PERDONARME

SABOREAR CADA MOMENTO. Mi ducha calentita, mi comida, el trabajo, la diversión. Cada experiencia es única e irrepetible

SIMPLIFICAR MI VIDA. ¿Realmente necesito todo lo que tengo/hago, o sólo acumulo?

DECIRLES A LOS MIOS QUE LES QUIERO. Dar “abrazos de oso”

AGRADECER CADA DIA las pequeñas (o grandes) alegrías. Toooodos los días hay algo bueno para recordar (aunque sólo sea la sonrisa de la cajera del súper al cobrarnos)

 

Si tú estás en mi situación y crees que estos propósitos van a mejorar tu vida, no puedes perderte los próximos cursos que se van a impartir en Coworking La Eliana:

CURSO MINDFULNESS OCHO SEMANAS (Yo ya estoy apuntada a éste 😉 )
Presentación gratuita del curso: 4 de enero de 19.00 a 20.00
Clases los lunes de enero y febrero de 19.00 a 21.00
Puedes saber más pinchando aquí.

CURSO MINDFULNESS AVANZADO Y MEDITACION
Presentación gratuita del curso: 4 de enero de 18.00 a 19.00
Clases los martes de 18.30 a 20.00
Puedes saber más pinchando aquí.

Tranquil@ que no me olvido del regalito que te he prometido al principio del post. Se trata de un ejercicio de relajación que llevo poniendo en práctica un tiempo y me viene fenomenal.

Es un audio de 15 minutos de duración, basado en la concentración plena en la respiración, puedes hacerlo en cualquier momento del día, verás cómo después te sientes mucho más relajado, proactivo y positivo.

Puedes descargar el audio pinchando aquí: concentración plena en la respiración.

 

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1 12, 2015

TÉCNICAS PARA EVITAR DISCUSIONES

By | 2018-02-14T16:03:32+00:00 diciembre 1st, 2015|Trabajando Feliz|0 Comments

Dos no discuten si uno no quiere.

Somos humanos y, por ello, cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. Cada persona tiene su propia forma de pensar y actuar. Así que no hay nada más natural y humano que las diferencias de opinión. De no ser así no tendría tanta gracia compartir el tiempo y el espacio con los demás, ¿no crees?

El problema es que para muchos, un desacuerdo es sinónimo de discusión. Una visión diferente puede aportar nuevas perspectivas y enriquecer nuestra forma de ver el mundo. Pero en otras ocasiones, una diferencia de opinión puede llegar a ser la causa de una grave y desagradable discusión.

Si a este hecho le sumas el estrés y la presión del trabajo, ya puedes hacerte una idea de las “explosiones de opinión” en el entorno laboral… Yo he “sufrido” alguna que otra (porque oiga, se sufren durante y después eh…) y estoy segura de que tú también habrás tenido más de una.

Como creo firmemente en el dicho “dos no discuten si uno no quiere”, aquí te doy unos consejos para conseguir evitar discusiones y reorientar una conversación conflictiva en una conversación más productiva.

1. La discusión se huele

En la mayoría de casos, una discusión se huele a distancia. Así que con un poquito de inteligencia emocional, puedes evitar una discusión desde el minuto 0. Recuerda que no todos los temas ni todas las personas son aptas para una conversación, no pretendas hablar de religión con un fanático o de preferencias sexuales con un conservador porque probablemente acabéis discutiendo.

2. Evita ponerte a la defensiva

El error number one y la causa más probable para terminar mal. En cuanto hay dos opiniones en la cancha, hay dos bandos, o ganas o pierdes. Desde ese punto de vista, pierdes el norte, todo vale con tal de ganar, de demostrar que tienes razón.

Hay que partir de la idea de que en una discusión NADIE GANA.

Párate un segundo, bloquea esa fuerza interior que te dice que argumentes y argumentes hasta la saciedad. Intenta empatizar con tu interlocutor, priorizar vuestro vínculo a esa discusión puntual y, ante todo, no cedas si te provoca. En un momento en el que ambos estáis ofuscados se pueden decir cosas muy desagradables acerca de la otra persona que podrían acabar hiriendo. No respondas a ellas. Mantén la calma, sé amable, respeta la opinión de tu compañero y comunica la tuya con humildad.

3. No contestes en caliente

Si alguien dice o hace algo que te sienta mal es muy difícil mantener la calma y ser educado si respondes en ese mismo momento. Probablemente estés enfadado y nublado por el malestar.

Aunque tengas que morderte la lengua, CÁLLATE. Ni mandes mails, ni whats apps, ni contestes en caliente a nadie.

Deja pasar un rato o unos días según la situación. Esto aclarará tus ideas y conseguirás transmitir tu malestar de una forma más productiva y positiva, logrando una mejor respuesta con tu interlocutor.

4. No te precipites

De igual forma, si ya te encuentras en plena conversación y ves que la cosa se tuerce, la mejor solución es tomar un poco de distancia para que ambas partes tengan la oportunidad de cuestionar sus propias posturas y reflexionar las ideas del otro.

Plantea un descanso en la conversación para retomarla más adelante. Estoy segura de que, cuando retoméis la conversación, la cosa habrá cambiado de tono y llegaréis a mejor puerto.

5. Invita a la calma

En una conversación acalorada, evita a toda costa ofender al otro con algún comentario, alzar la voz o gesticular agresivamente. Si quieres realmente evitar la discusión debes invitar a la calma con tus palabras y actitud corporal.

Las discusiones ocurren porque las dos partes acaban cediendo a sus impulsos, pero si una de ellas mantiene el control y termina la discusión a tiempo, invitando a continuar cuando ambos estén más tranquilos, la cosa no va a mayores.

No se trata de tener la razón sino más bien de no perder la razón

6. Prepárate si puedes

En los casos en los que la conversación sea premeditada y sepas que será algo polémica o conflictiva, intenta medir tus palabras de antemano, inicia el diálogo en el lugar más propicio y recuerda usar el tono y el lenguaje adecuado.

7. ¿Merece la pena?

Antes de “darlo todo” en una discusión, pregúntate esto: ¿realmente vale la pena? ¿Conseguiré cambiar algo con esto?

Al final, la mayoría de discusiones gordas son, en esencia, una diferencia de creencias o ideas.

Como comentábamos al principio del post, cada uno tiene sus ideas y su forma de pensar, si lo que intentas es cambiar las creencias de otra persona, desde ya te digo que vas mal. Los gritos y la molestia no te llevarán a solucionar vuestras diferencias. Lo mejor es aceptar a cada uno como es y, en caso de no llegar a un acuerdo, aceptar que tenéis opiniones diferentes al respecto y punto.

8. Pide perdón

Y si en cualquier caso la cosa se te va de las manos y la conversación se ha descontrolado, cuando recapacites y las aguas se calmen lo ideal es reconocer tus errores y pedir disculpas. Muy probablemente la otra persona también acepte su parte de culpa en el asunto y ambos aprendáis algo de ello.

 

Sé que a veces es muy complicado aplicar estos consejos, hay veces que se te nubla la vista y el nudo en la garganta no te deja ni pensar. Pero es precisamente en ese momento cuando tienes que conseguir parar, respirar hondo y recapacitar.

 

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10 11, 2015

LA CLAVE DE MI PRODUCTIVIDAD

By | 2018-02-14T16:03:33+00:00 noviembre 10th, 2015|Trabajando Feliz|3 Comments

El método GTD y la planificación eficaz.

Igual con el subtítulo te has asustado… ¿método? ¿siglas? buf…  Pero si te digo el significado de las siglas seguro que la cosa cambia: “Get Things Done”, lo que viene siendo en castellano “Termina las cosas”.

Y es que cuando la gente me pregunta “¿cómo te da tiempo a todo???”, yo siempre contesto lo mismo, la clave está en la organización. Para mí, seguir una metodología de trabajo es fundamental para sacar las tareas diarias y alcanzar mis objetivos a largo plazo.

¿Te he despertado un poquito el interés? Pues allá va la explicación de cómo y por qué este método se convertirá en la clave de tu productividad.

 

EL MÉTODO

“Get Things Done” en realidad es el título del libro con el que David Allen ha difundido internacionalmente su método de organización personal. En España se ha publicado con el título “Organízate con eficacia”.

Todas nuestras tareas, citas, proyectos y demás cosas que nos preocupan ocupan un espacio valiosísimo en nuestro cerebro que, en ocasiones, se cortocircuita con tantas cosas.

Este método permite recopilar todas nuestras tareas, proyectos y objetivos para gestionarlos de forma que podamos hacerlo todo en su momento exacto sin agobios. Una forma de descargar el disco duro de nuestro cerebro.

El objetivo es conseguir un enfoque positivo y sencillo de la vida, que nos haga más productivos y sin estrés.

 

PLANIFICACIÓN EFICAZ

Yo sigo estos pasos una vez por semana. Durante la semana voy recopilando toda la información y los viernes planifico la semana siguiente.

1. RECOPILAR

Depositar en algún archivo (yo lo hago en Excel) todo aquello que necesitemos recordar, realizar o darle seguimiento. También vale una agenda, una aplicación de notas o una simple libreta. El objetivo es «sacar» todo de nuestra mente y recogerlo en alguno de estos elementos de almacenamiento para luego procesarlos.

2. PROCESAR

Consiste en analizar la información y decidir si requiere o no alguna acción.

a) Si un elemento no requiere una acción (ideas locas, información que queremos guardar, o algún proyecto de futuro)

  • Carpeta “Basura”: decide si es relevante o no y elimina todo lo innecesario de la lista
  • Carpeta “Algún día”: algo que no es relevante ahora pero puede serlo más adelante, llévalo a otro archivo para revisar más adelante.
  • Carpeta “Referencia”: elementos que no requieren ninguna acción pero es información que me puede ser útil algún día. Información de interés, links de referencia, eventos de interés

b) Si un elemento requiere de una acción para ser realizado:

  • Si lleva menos de dos minutos, hazlo.
  • Si no es tu tarea, delégalo adecuadamente.
  • Si lleva más de dos minutos: desgrana las acciones que hay que llevar a cabo y calendarízalas.

3. ORGANIZAR

Primero analiza cada elemento/proyecto/tarea para desgranar las acciones que realizar para llevarlo a cabo.

Calendariza dichas acciones, es importante asignar un día y una hora aproximada para realizar cada tarea.

Utiliza un sistema de recordatorio fácil y eficaz que te resulte sencillo de utilizar. Yo utilizo un archivo Excel que tengo como plantilla, subdividido en las diferentes facetas de mi vida: los diferentes negocios y la vida personal.

Ojo, siempre reserva en este archivo un hueco para la vida personal. Las tareas personales también ocupan mucho espacio en nuestra mente y volcarlas en este archivo nos desahogará y permitirá que las llevemos a cabo.

4. REVISAR

El archivo que hemos creado con toda la organización es inútil si no lo revisamos con al menos una vez al día. Revista también de forma periódica las carpetas “Algún día” y las de “Referencia”.

5. HACER

Y a por ello que vamos, simplemente haz las tareas que tienes programadas para hoy. Para evitar momentos vagos o dejadez, tienes que escoger la acción según el orden en el que están contenidas en la lista tal y como la programaste al organizarlo.

 

CÓMO ME HA AYUDADO ESTE MÉTODO

  • Libera mi mente. Lo pienso, lo vuelco al archivo y me olvido. Ya no pienso más en lo que tengo pendiente de hacer, ni reuniones, ni cosas a revisar… de eso ya se encarga de recordármelo el sistema.
  • Soy más productiva y organizada. Siempre consigo sacar el tiempo suficiente para hacer las cosas importantes.
  • Adiós al estrés. Yo sigo pasito a pasito mi lista, al final todo sale.
  • Me ayuda a alcanzar mis objetivos a largo plazo. Consigo desgranar las grandes metas en pequeñas tareas, que poco a poco me llevan a mi objetivo.

 

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27 10, 2015

SEPARAR VIDA PROFESIONAL Y PERSONAL

By | 2018-02-14T16:03:33+00:00 octubre 27th, 2015|Trabajando Feliz|2 Comments

Cuando el trabajo invade nuestra vida profesional y viceversa.

Éste es uno de mis retos personales más persistentes. Desde que empecé a trabajar por cuenta propia el trabajo invade mi vida. Sin querer, estoy cenando con mi marido y pensando en la distribución de ese plano que dejé a medias. Estoy jugando con mis sobrinas y pensando en llamar a ese proveedor que no cumple plazo…

Al principio estás encantado. Te sientes a tope con tus negocios, nadie te puede parar y estás súper motivado. Pero poco a poco, ese entusiasmo va mermando, llega un día que necesitas desconectar, un breack, un poco de paz en ese cerebrito que va a mil por hora.

Y de repente me pregunté: ¿a quién más le pasa esto? ¿soy yo la única? ¿es esto normal? ¿va a ser así siempre o tiene solución?

Pues no señores, porque seamos emprendedores, autónomos o Juanes Palomos no tenemos por qué tener esa sensación de estar en perpetuo “modo on” con el trabajo. Pero, ¿cómo conseguimos desconectar? ¿De qué forma puedo hacer el corte y no mezclar una cosa con la otra?

Pues bien, hay que hacerlo en ambos sentidos.

 

A- FOMENTA TU VIDA PRIVADA

Los emprendedores y autónomos (y otros trabajadores por cuenta ajena que yo me sé…) podemos convertirnos en verdaderos adictos al trabajo. Cuantas más cosas quieres hacer, más horas trabajas y más te acostumbras a ello. Hasta el punto que cuando de repente tienes una tarde libre piensas: “¿y qué hago yo toda la tarde?”. Esto no debe ser bueno queridos…

1- Planea actividades divertidas.

Fuérzate por buscar y planificar eventos divertidos y actividades con tus amigos y familiares. Haz planes (de esos que no se pueden anular por una reunión o una entrega de trabajo…). Durante este tiempo intenta exprimir cada experiencia al máximo y evita pensar en el trabajo.

2- Desarrolla relaciones fuera del ambiente de trabajo.

Intenta dedicar tu tiempo personal con amigos que no sean compañeros de trabajo. Está genial llevarse bien con los compañeros de trabajo, así que si quedas con ellos intenta establecer una regla para discutir el trabajo sólo durante las horas de oficina.

3- Medita y practica ejercicio.

Pasa tiempo a solas. Ejercítate, medita y practica aficiones que incrementen tu  sentido de relajación, bienestar y del disfrute fuera del trabajo.

4- Enfócate sólo en tu vida privada fuera del horario de trabajo.

Es decir, intenta no hablar sobre trabajo en exceso con tus amigos y familia. Apaga tu móvil de trabajo y evita a toda costa consultar correos electrónicos o coger llamadas de trabajo durante tu tiempo de ocio.

 

B- ESTABLECE LÍMITES EN TU TRABAJO

Seguro que cuando has leído el título lo primero que has pensado es en cómo tu vida profesional invade tu vida privada. Pero señores, que al revés también pasa! Y una cosa deriva a la otra.

Verás, si dentro de ese horario laboral que te has marcado y pretendes cumplir a rajatabla, aparte de trabajar también realizas “tareas personales”, pues válgame que no eres igual de eficiente en tu trabajo, cierto? Lo que supone que no acabas a tiempo tus tareas y pum, a salir más tarde hoy también.

1- Desconéctate de las distracciones.

Mientras trabajas, nada de whats app, ni de correo electrónico personal y de llamaditas a amigos.

Limita el tiempo que te conectas a internet y redes sociales.

A ver, entendedme, ni blanco ni negro, pero establece un momento determinado del día para ello y limítate a hacerlo entonces, no andes pululando por Facebook (que nos conocemos chatos…) porque no harás ni una cosa ni la otra.

2- Práctica la eficiencia para terminar tu trabajo en menos tiempo.

Elimina todos tus ladrones del tiempo. Delega todo lo que puedas. Divide las tareas grandes en partes más pequeñas y manejables. Usa temporizadores, alertas electrónicas y  planificadores para mantenerte en la tarea.

Di no a las reuniones prescindibles.

3- Evita trabajar desde casa

En casa es complicadísimo separar vida profesional y personal. Sin querer, mientras trabajas haces “cosas de casa” y mientras estás en casa haces “cosas del trabajo”. Es inevitable.

Pero claro, comprendo que para emprendedores, autónomos o pequeños empresarios sea inviable asumir el gasto de una oficina propia. Pues bien, tienes una solución intermedia, más asequible y flexible para ti: trabajar en un Coworking. Y si es en Coworking La Eliana, mejor que mejor 😉

4- Crea y comprométete con un horario de trabajo.

Limita tu horario de trabajo. Fracciona las tareas e incorpora descansos dentro de tu rutina. Fija una meta para salir de la oficina a una hora específica cada día.

Nunca, y digo nunca, te lleves trabajo a casa.

 

La finalidad es disfrutar tanto del trabajo como del tiempo de ocio. Si consigues aplicar estas reglas básicas con éxito estoy segura de que ganarás en calidad de vida y trabajarás más feliz y centrado.

Y tú, cuénta cuénta… ¿cómo consigues separar tu vida profesional de la personal? ¿Tienes alguna técnica especial? Puedes compartirla con nosotros en los comentarios más abajo 😉

 

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8 10, 2015

GESTIONAR REDES SOCIALES

By | 2018-02-14T16:03:37+00:00 octubre 8th, 2015|Trabajando Feliz|0 Comments

Consejos básicos para una buena gestión de las redes sociales de tu empresa.

Señor emprendedor, autónomo o pequeño empresario, ¿cuántas veces te has sentido identificado con el archiconocido Juan Palomo (ese que se lo guisa y se lo come todo)? Yo constantemente. Y es que cuando estás empezando no te queda más remedio que aprender de todas y cada una de las facetas de tu empresa: contabilidad, procesos, administración, ventas y el temido marketing online.

Una herramienta muy útil dentro del marketing online son las redes sociales, nuestro mejor aliado cuando estamos empezando. Se trata de una herramienta gratuita que nos brinda la posibilidad de publicitar y promocionar nuestra empresa dentro de una telaraña de contactos que se conectan entre sí. Una gran herramienta, ¿no crees?

Aunque claro, tú hasta ahora sólo las has utilizado a nivel personal, pero cuando las empleas a nivel comercial el planteamiento debe cambiar considerablemente. Como sé que al principio vamos muy perdidos y no sabemos “qué sí” y “qué no”, aquí te he redactado una serie de consejos básicos que siempre debes tener en cuenta sea cual sea la red social que estés empleando. Allá van!

1- CONCE SU UTILIDAD

Fundamental antes de comenzar a trabajar con una herramienta, es conocer su utilidad y cómo puedes beneficiarte de ella. Las redes sociales te sirven para cualquiera de estos objetivos:

  • Vender y mostrar tus productos y servicios
  • Conseguir tráfico hacia tu web
  • Posicionar tu web
  • Establecer una vía de contacto directo con tus clientes
  • Conseguir posibles colaboraciones

2- ELIGE LAS IMPRESCINDIBLES

Como Juan Palomo no va muy sobrado de horas, no desperdicies tu tiempo y esfuerzo es algo que no te va a aportar nada o muy poco. No hay que estar en todas las redes sociales. Repito, no hay que estar en todas las redes sociales. Merece la pena estar solo en una y hacerlo bien que estar en 5 y no atender ninguna como se merece.

Dedícale un tiempo de estudio, sólo te hace falta un poquito de conocimiento de cada una para conseguir discernir cuál es la más interesante para tu negocio.

Por ejemplo, si eres una asesoría, pues oye, no hace falta que tengas Instagram (red social basada en fotos). O si tienes una tienda online, pues tampoco es imprescindible que tengas un perfil en linkedin (red para profesionales).

¿Listo? Pues a otro tema.

3- PUBLICA CONTENIDO DE INTERÉS

Otro punto importantísimo: no te limites a venderte y hablar únicamente de tu empresa o la gente acabará cansándose. Tiene que ser un goteo, alterna contenido atractivo para tu “target” (cliente objetivo) con temáticas comunes y, de vez en cuando, presenta tus productos o servicios vinculado a esa temática.

Así que primero y fundamental, analiza a qué público te vas a dirigir (sexo, edad, aficiones), cuáles son sus intereses y qué mensaje quieres mandarles. Adapta el contenido a esos parámetros. Una vez tienes esto claro, lo demás es coser y cantar.

4- ACTUALIZA TUS REDES CON FRECUENCIA

No puedes limitarte a crear un perfil y subir una cosa al mes. Primero, porque no sirve de nada. Segundo, porque das muy mala imagen, además de que la gente puede pensar que ya no estás en activo.

Organízate para publicar con cierta frecuencia, actualiza de vez en cuando las fotos de portada y mantén una línea clara en tus publicaciones.

5- ADAPTA EL CONTENIDO A CADA RED

Como te comentaba en el punto 2, no hace falta estar en todas, pero en las que estés hazlo bien. Conoce el formato de dicha red y adapta el contenido a ella (texto, imágenes, hastags y demás). No te limites a copiar-pegar de una a otra porque se nota y el contenido no es nada atractivo.

6- INTERACTÚA

Una de las mejores y más potentes utilidades de las redes sociales es que se convierten en una vía directa de comunicación con tus clientes o futuros clientes. Interactúa con tus seguidores, contéstales y háblales directamente, esto les hará sentirse más involucrados con tu perfil y, al fin y al cabo, con tu empresa.

7- INTERACTÚA CON OTRAS PÁGINAS

Aquí otro de los beneficios: te acerca a otras marcas y empresas similares a la tuya con las que poder establecer buenas relaciones laborales. Así que, interactúa con otras páginas, publica en ellas, comenta y comparte sus publicaciones. Esto se trata de un toma-y-daca (o “peloteo” mutuo…) en el que si tú compartes, luego ellas compartirán.

8- ORGANÍZATE

Lo he dejado para el final pero es el más importante de todos. Por lo menos el más importante para tu salud mental.

Cuantas veces has pensado: ¿y qué coj__ publico hoy?

Pues aquí va la clave para borrar esa pregunta de tu jornada: CA-LEN-DA-RI-ZA.

Crea diferentes temáticas que estén relacionadas con tu negocio y trabaja alrededor de ellas para tus publicaciones. Piensa cuántas veces a la semana vas a publicar y establece una frecuencia marcada.

Con todo ello, crea un listado semanal o mensual con las publicaciones que quieres hacer.

Un ejemplo: normalmente voy a publicar los lunes, miércoles y jueves. Lo lunes ofreceré información de interés sobre esto, los miércoles compartiré algo de otra página y los jueves daré información sobre uno de mis servicios. Pim-pam-pum, se acabó pensar.

¿Y tú? ¿También vas loco con las redes sociales? ¿gestionar redes sociales te trae de cabeza? Si tienes alguna otra triquiñuela por ahí y te apetece compartirla, no lo dudes, más abajo puedes dejar tu comentario.

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29 09, 2015

MALAS REUNIONES. NO, GRACIAS.

By | 2018-02-14T16:03:38+00:00 septiembre 29th, 2015|Coworking La Eliana, Trabajando Feliz|0 Comments

Técnicas para evitar reuniones improductivas.

En muchas ocasiones, cuando alguien me pide que quedemos para reunirnos, lo primero que pienso instintivamente es “qué pérdida de tiempo…”. Me considero una persona adicta a la productividad, valor mucho mi tiempo y si voy a dedicar 20, 30 o 60 de mis queridos y minutos a una reunión, quiero que ésta sea productiva. No está la cosa para andar tirando el tiempo, señores.

Había días que se me pasaban de reunión en reunión y, al final de la jornada si me preguntaban “¿qué has hecho hoy Lourdes?”, sin querer se me escapaba un malhumorado “NA-DA”.

Como soy muy de documentarme, decidí buscar una solución al asunto, y desde que aplico estas técnicas las reuniones ya no son una pérdida de tiempo. Hoy me gustaría compartir contigo estas técnicas para que tus reuniones a partir de ahora sean productivas y satisfactorias.

1- EVITA REUNIONES INNECESARIAS

Aquí el punto clave y principal. Hay gente “reuniónadicta” a la que hay que ponerle freno. ¿Cuántas veces has oído la frase: “Ah, pues nos reunimos y lo hablamos”? Yo millones.

Estoy casi segura que un 80% de tus reuniones se pueden evitar. La mayoría de ellas se pueden resolver rápidamente con un email o una llamada de teléfono. No se trata de negarse a todas, pero intenta discernir entre las realmente “importantes” y las que no lo son, que normalmente suelen ser las “urgentes”, en ese caso la llamada o el mail suele ser más inmediato, eficaz y productivo.

2- DAR PREVIO AVISO

Ésta viene a colación de la anterior. Si alguien se presenta en la puerta de mi oficina dispuesto a que le dedique unos minutos para una reunión que ni siquiera sé de qué va, en plan “aquí-te-pillo-aquí-te-mato”, lo largo bien rapidito (mis compis de oficina dan fe…).

No se trata de cerrarte a todo, yo suelo pedir una tarjeta y si me interesa, pues ya contacto yo con esa persona para concertar una cita o pedir más información.

Otras veces me llama gente o me escriben solicitando una reunión, lo primero que hago es solicitar que me envíen toda la información primero por email, muchas veces es más que suficiente para saber qué te quieren contar y decidir si es necesario una reunión para profundizar más.

Por otro lado, si eres tú el interesado en concertar una cita, devuélveles el favor. Intenta mandar un email antes a la persona interesada, facilita toda la información para que tu interlocutor decida por sí mismo si le interesa reunirse contigo. No querrás hacer perder el tiempo a nadie, ¿verdad?

3- FIJAR OBJETIVOS

Una reunión siempre tiene un propósito (si no, pasa al punto num. 1), así que debes tratar siempre de analizar y discernir los objetivos a alcanzar con dicha reunión. De este modo focalizarás y conducirás la conversación hacia esos objetivos, consiguiendo reducir conversaciones periféricas que no van a ningún lado.

4- DURACIÓN

Normalmente, una reunión “de calle” (de éstas que hacemos autónomos y pequeñas empresas, las grandotas ya es otro cantar…) no debería durar más de 25-30 minutos. Pasada la media hora, la gente deja de prestar atención y son menos participativos. También es importante fijar una hora de finalización antes de comenzar la reunión, de este modo todas las partes se esmerarán en tratar los temas de forma eficiente.

5- SÉ PROACTIVO

En el transcurso de una reunión sé activo, dinámico y participativo. Lleva siempre lápiz y papel para tomar notas para anotar los conceptos clave, las aportaciones de cada persona y sobre todo las ideas que se te vayan ocurriendo sobre la marcha. Es inevitable que, a medida que escuchamos algo o a alguien, nuestra mente genere ideas. No pienses en ellas en ese momento, sencillamente anótalas para volver sobre ellas más adelante.

Si no hay ideas, si no hay propuestas, si la gente no habla… no te calles tus sugerencias. A veces hace falta una pequeña chispa para prender la mecha. Tu proactividad te ayudará a empujarte y a la vez empujar a otros.

6- LOS ASISTENTES JUSTOS

Cuanta más gente, más opiniones y más conversaciones desordenadas. Aquí viene a colación el punto 3. Si fijas metas serás capaz de decidir qué personas son las más adecuadas para asistir a esa reunión y alcanzar los objetivos.

7- RESERVA EN UN SITIO ADECUADO

Una sala de reuniones equivocada puede arruinar la reunión. Si es demasiado grande, la conversación podrá volverse incómoda. Si es demasiado pequeña, los asistentes no podrán ponerse cómodos. Además, dicha sala debe ser cómoda y agradable para propiciar una conversación fluida, también debe proporcionarte los medios que necesitas para la reunión, como puede ser una pizarra, un proyector o buena conexión a internet.

Permitidme un poquito de autobombo… Respecto a este último punto, en Coworking La Eliana disponemos de dos salas de reuniones muy cómodas y agradables, una más pequeña y acogedora y otra más grande para presentaciones o grandes reuniones con proyector. Si quieres más información, la tienes aquí.

 

Son puntos muy sencillos que al final acabas haciendo casi de forma instintiva. No os voy a mentir, para mí el punto que realmente ha supuesto un antes y un después ha sido el num. 1, la de reuniones tontas que me he quitado de encima!

¿Conocías estas técnicas? ¿Aplicas alguna en tus reuniones? ¿Qué punto te ha parecido más interesante? Ya sabes que la cultura Coworking es muy de compartir, estaremos encantados de conocer tus ideas!

 

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