Esto del emprendimiento es toda una montaña rusa emocional. Pero a mí lo que más me sorprende y me afecta son los cambios de estatura.
Hay días que siento que no quepo por las puertas, me siento grande, poderosa, siento que puedo hacer y conseguir todo lo que me proponga. Eso en principio es bien, te arriesgas a que luego el batacazo sea más grande porque claro, caes de más alto, pero lo prefiero a lo contrario: sentirse pequeño. Esos días en que piensas que todo el mundo es mejor que tú, que sus proyectos son mejores que el tuyo, que no eres lo suficiente bueno para sacar adelante todo… vaya, esos días que te sientes una #cacadevaca. Esos son los días realmente peligrosos.
Normalmente todo se reduce a una pura cuestión de autoestima. Subir la autoestima es un poco complicado, pero estos días que pueden derrotarte tanto física como emocionalmente y hay que ponerles alguna solución. Así que aquí van algunas consideraciones a tener en cuenta para conseguir levantar tu ánimo:
DALE LA VUELTA A LA TORTILLA.
Es normal que los emprendedores estemos llenos de inseguridades, pero debemos ser capaces de reorientarlas para que no nos afecten. Intenta encontrar los aspectos con los que te sientes más seguro, tus fortalezas, y céntrate en ellas en momentos en los que las inseguridades de aborden. Te recomiendo que, los días de “empoderamiento” aproveches para hacer una lista de las cosas con las que te sientes fuerte y seguro, asegúrate de tener esa lista disponible para poder leerla el día que te sientas pequeño, esto te ayudará a centrarte en lo positivo y en tus capacidades.
APRENDE DE TUS ERRORES
Aquí vamos a aplicar una serie de refranes de la sabiduría popular: “quien no arriesga no gana”; “se aprende más de los errores que de los aciertos”. Es obvio que cuando emprendes estás en un continuo aprendizaje, probando cosas nuevas y haciendo trabajos que no habías hecho nunca. Por supuesto que te vas a equivocar, pero es la ocasión perfecta para aprender de nuestros errores, no caigas en la “depresión” del momento-error y aprovecha el énfasis del momento-aprendizaje. Ahora ya sabes cómo NO hacerlo, así que ponte a trabajar en el nuevo método teniendo en cuenta que ahora eres más sabio que antes.
ASUME TUS EMOCIONES
Asume que tus emociones son cambiantes. Está claro que no siempre podemos estar felices, sino que tendremos nuestros bajones, nuestros malos momentos. Las emociones negativas no le gustan a nadie, pero debes aprender a asumir que son parte de ti, sé consciente que no duran para siempre y céntrate en otra cosa, no le des vueltas a las pequeñas cosas y verás cómo a la mañana siguiente te levantas de otro humor.
NO TE COMPARES CON OTROS
Esto es algo que hacemos constantemente aunque no queramos. Pero debemos comprender que cada persona es diferente, cada persona es única. No te compares, tú ya eres especial.
Eres un modelo único y original, y nadie puede reemplazarte. Deja que tu verdadero yo salga a la luz, ésta será la mejor manera de que sea imposible compararte con nadie ya que serás único.
UNA CUESTIÓN DE ACTITUD
El resumen de todo esto es que al final se trata de una cuestión de actitud ante la vida. No hace mucho vi una ponencia de Víctor Küppers donde lo expresaba muy claramente con una sencilla fórmula: éxito = (conocimientos + habilidades) x actitud. Los conocimientos y tus habilidades son importantes ya que suman en la fórmula, pero la actitud es la que los multiplica! Antepón tu actitud positiva, no te rindas ante las adversidades y sé consciente de tus fortalezas, esa será la mejor forma de alcanzar el éxito.
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