Compaginar un negocio propio con tu trabajo por cuenta ajena.
Trabajas en una empresa, tienes tu horario y tu sueldo fijo. Sin embargo, no estás satisfecho, no te llena. Surge una idea, que poco a poco va tomando forma. Se la cuentas a “todo quisqui” (lo sé, a mí me pasó). Todos te animan: “adelante, inténtalo, tiene muy buena pinta!” Pero tú te “cagas patita abajo” (disculpen la expresión, pero no veía mejor forma de expresarlo…). ¿Y si no funciona? ¿Y si no se me da bien? ¿Y si…? ¿Y si…? Y de repente te ves viviendo debajo de un puente (no me digas que no lo has pensado porque tú y yo sabemos que sí).
Por lo que te declinas por la opción más sensata: comenzar tu propio negocio combinando éste con tu trabajo actual, una forma más segura de validar el proyecto antes de dar el salto definitivo como empresario.
Muchos emprendedores, inversores y “soñadores locos” te dirán que así no llegarás lejos. Que no te engañen, esa gente o es rica o no tiene ningún tipo de responsabilidad económica. Tirarse a la piscina cuando ésta está vacía no tiene ningún sentido.
Por supuesto, la mayoría de expertos no recomiendan que esta situación se alargue mucho en el tiempo. Puede ser destructiva tanto por a nivel personal (la impotencia de no estar a pleno ni en una cosa ni en la otra puede ser muy estresante), como a nivel profesional, ya que si el negocio prospera, la empresa requerirá mayor atención y cada vez será más difícil hacer las cosas bien.
Así que entiéndanme, en la mayoría de casos, emprender a tiempo parcial debe ser una etapa de transición, de validación y de impulsar confianza, tanto a tu negocio como a ti mismo, antes de dar el salto definitivo.
Es una etapa delicada que suele causar bastante estrés. Así que si te encuentras en esta situación o estás a punto de dar el paso, aquí van unos puntos clave a tener en cuenta para sobrevivir a esta situación y salir airosos.
FIJA UNA FECHA
Es fundamental fijar una fecha límite para dejar tu otro trabajo y dedicarte de pleno a tu empresa. De este modo tendrás un puntito de luz al final del camino que te animará a seguir adelante. Por supuesto, esta fecha se debe trazar en base a unos objetivos reales y tangibles, según un plan (véase siguiente punto)
TRAZA UN PLAN
Para fijar esa fecha y para emprender en general, antes de mover un dedito o invertir un céntimo, es muy importante tener un plan de negocio y, sobre todo, tenerlo “faseado”. Como tu tiempo será limitado, será muy difícil abarcar cada objetivo. Así que fija lo que es más importante en periodos cortos de tiempo. Pequeños-grandes retos abarcables por periodos acotados de tiempo.
ESTABLECE HORARIOS
Sé organizado e intenta no mezclar un trabajo con el otro. Establece un horario fijo para dividir cada empleo, de este modo serás más capaz de concentrarte en cada uno.
RODÉATE BIEN
Busca colaboradores o socios en los que delegar ciertas tareas de tu empresa. Apóyate en otros emprendedores en fases más avanzas de su negocio, que puedan aconsejarte en tu camino. Si trabajas desde una oficina compartida o un centro de negocios como Coworking La Eliana será mucho más fácil rodearte de ese espíritu emprendedor y, además, el networking lo tendrás asegurado.
FÓRMATE
Busca información en internet, apúntate a algún taller de interés, fórmate tanto en la temática de tu empresa como en temas del mundo empresarial. Palabrita, será tiempo bien invertido y estoy segura que al final lo recuperarás. Empezar a hacer las cosas sabiendo por dónde vas siempre requiere menos tiempo que ponerte a ello sin tener ni idea e ir aprendiendo sobre la marcha, ¿no crees?
CADA COSA A SU TIEMPO
Sé realista. Cuando empiezas con tu propio negocio tiendes a soñar, estás muy motivado y quieres llegar lejos, por lo que en muchos casos querrás llegar a la cima de la montaña en chanclas. Señores, primero calcemos adecuadamente y luego, pasito a pasito, a por la cima.
No te voy a mentir, emprender a tiempo parcial es duro y difícil. Pero si eres sensato, trazas un plan y tienes paciencia seguro que merece la pena 😉 Ánimo emprendedores!!!
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