Evitar las distracciones para aumentar la productividad
Cuántas veces has pronunciado la frase: “ha pasado toda la mañana y no sé cómo, pero no he hecho nada!”
Vivimos en la era de las distracciones, móvil, email, reuniones innecesarias… combatir y vencer estos ladrones del tiempo te va a ayudar a acercarte a tus metas y objetivos con menos frustraciones y una actitud más organizada y eficaz.
INTERRUPCIONES CON EL TELÉFONO MÓVIL
Bup, cloc, fiu, pio pio…y así infinidad de soniditos y notificaciones que te hacen, casi de forma automática y como acto reflejo, coger el teléfono para mirar. Estás realizando una tarea que se ve interrumpida y que, cuando tratas de volver a ella has perdido el hilo completamente. Desde ya, notificaciones apagadas, tú decides cuando quieres un rato de distracción, no tu móvil.
REVISAR EL CORREO ELECTRÓNICO
No es nada recomendable tener la bandeja del correo abierta permanentemente mientras estás trabajando, es inevitable echarle un ojo a ese sobrecito que te grita “ábreme, ábreme!!!”. Pasa exactamente lo mismo que con el móvil, aunque se trate de un simple email de spam ha conseguido desconcentrarte de una forma que ni te imaginas. Organízate para mirar el correo entre 2 y 4 veces al día como máximo, en los momentos que sepas que tienes tranquilos y vas a dedicarles el tiempo que se merece en el momento apropiado.
LIMPIEZA EN LA MESA
Fundamental para una buena concentración, mesas ordenadas! Todo en nuestra vista capta sutilmente nuestra atención, al menos un poco. Y cuanto más quitamos, menor estrés visual y distracciones experimentamos. Si realizas el ejercicio de ordenar y despejar tu escritorio te sorprenderás de tu nueva habilidad para enfocar.
REUNIONES O VISITAS INESPERADAS
Las reuniones son para aprovecharlas y sacarles el mayor jugo posible. Si crees que una reunión es innecesaria, no la tengas, la mayoría de cosas se pueden hablar por email.
En cuanto a las visitas inesperadas, es decir, aquellas personas que se plantan en tu oficina sin cita previa hay, que plantarles cara. No se trata de ser maleducado, pero sí se puede hay que tratar de emplazarlas para otro momento amablemente o intentar que la información que te quiere ofrecer te la haga llegar por otro canal, de forma que tú decidas qué cantidad de tiempo vas a emplear en ello y cuándo.
ORGANÍZATE
La improvisación es nuestro peor enemigo, saltas de una tarea a otra sin orden aparente y sin finalizar ninguna. Para alcanzar tus metas y objetivos es fundamental crear listas de las cosas necesarias a hacer para ello, los pasos a seguir y el orden. No es cuestión de programar cada minuto del día, pero sí de ser conscientes de nuestros ritmos personales y dedicarte en cada momento a la tarea más adecuada. Por ejemplo, si sabes que a primera hora de la mañana eres más productivo, programa las tareas más arduas para ese momento de forma que el móvil debe estar apagado, la bandeja de correo electrónico cerrada y ninguna reunión planificada.
INTERNET
Trabajar delante de un ordenador nos evoca de forma casi inconsciente a un mundo de redes sociales, blogs, webs y click, click, click…y sin saber cómo, se te ha pasado una hora haciendo NA-DA! Abre las pestañas de internet justas y necesarias para realizar la tarea que estés desempeñando en cada momento.
No se trata de no navegar nunca por el maravilloso mundo de internet, se trata de PROGRAMARLO para hacerlo en tu momento de descanso o en tus horas más flojas.
Como habrás visto, se trata de varios conceptos muy relacionados unos con otros pero muy claros y concisos. Si los aplicas verás cómo tu productividad aumenta de forma considerable, estarás mucho más centrado y satisfecho con el empleo de tu tiempo.
Bibliografía:
“Súper guía del gestión del tiempo”, de Elia Fibla, editorial CULBUKS
“7 hábitos para evitar las distracciones”, de Inma Torres, blog Vida en positivo.
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