Ventajas de coger vacaciones.

Como comentaba en el post de ayer de Facebook, muchos de los autónomos, emprendedores y trabajadores por cuenta propia en general, sentimos una presión constante que nos hace permanecer –y disculpad la expresión- con el culo prieto permanentemente. Es un sentimiento extraño que te hace pensar que si paras o te relajas, tu negocio se irá al garete. Pero resulta que, irónicamente, si sigues así tu negocio sigue en pie pero el que se va al garete eres tú.

De vez en cuando es necesario tomar un descanso, desconectar de nuestro día a día y dejar de darle al tarro constantemente. Necesitamos que nuestra mente se relaje y se enfríe un poco, de lo contrario sufriremos sobrecalentamientos nada beneficiosos para nuestra salud.

Por supuesto, la cuestión no es andar de vacaciones en vacaciones así porque sí, pero ayer te comentaba que existen ciertos indicadores para saber que necesitas unas vacaciones urgentemente, como por ejemplo comenzar a dejar de lado tu vida social, sentirte sobrepasado o desconcentrado en el trabajo, falta de motivación o de rendimiento en tu jornada. Si tienes alguno de estos síntomas, es la hora, toma unas vacaciones.

Pero yo sé que necesitas alguna “excusa” más para justificarte a ti mismo que debes hacerlo. Así que aquí va una lista de importantes razones por las que irse de vacaciones es muy beneficioso tanto para tu salud personal como para la de tu negocio.

TE LIBERAS DEL ESTRÉS

Como comentaba antes, el día a día va acumulando una serie de obligaciones y preocupaciones en nuestra cabeza, que poco a poco nos van causando estrés acumulado y nos queman. Las vacaciones son el “break” perfecto para liberarte de ese estrés acumulado y restablecer tu paz interior.

RECUPERAS ENERGÍA

En vacaciones sueltas todas las cargas y tensiones, el cuerpo se relaja y poco a poco se recarga de vitalidad y energía. En vacaciones cargas las pilas y preparas tanto tu cuerpo como tu mente para la siguiente etapa laboral.

ENRIQUECES TUS EXPERIENCIAS

Cada pequeña experiencia nos hace crecer como personas. Sin embargo, si tu vida se limita a trabajar y relajarte únicamente los fines de semana, no le permites a tu mente explorar nuevas experiencias, culturas, vivencias o aventuras. Cada vez que haces algo nuevo se despierta una pequeña parte de tu cerebro que estaba dormida, por esta razón, viajar o disfrutar haciendo cosas diferentes durante las vacaciones, despierta nuestra mente y nos convierte en personas más espabiladas y despiertas.

MÁS TIEMPO PARA TI

¿Cuántas veces has escuchado aquello de que para querer o ayudar a otras personas primero tienes que quererte a ti mismo? Pues bien, lo mismo sucede con tu empresa o negocio. Para poder volcarte en él y hacerlo crecer, primero tienes que volcarte en ti mismo, en tu salud tanto mental como física. Este tiempo libre que te ofrecen las vacaciones te permite mimarte y cuidarte más para así a la vuelta estar preparado para dar lo mejor de ti en tu negocio.

MEJORAS TUS RENDIMIENTO

A la vuelta te sientes preparado para cualquier cosa (vaaaale, quizás los primeros días no, por aquello del síndrome postvacacional…). Estás más despierto y con más ganas, haces las mismas cosas en menos tiempo y mucho más centrado.

AUMENTA TU CREATIVIDAD

Después de una temporada de despeje mental, el flujo de ideas regresa a tu mente con mucha más fuerza. Como te comentaba, has despertado nuevas zonas en tu cerebro que están en plena actividad y con unas ganas tremendas de salir a la luz.

AHORRAMOS DINERO A NUESTRA EMPRESA

Y aquí viene el argumento definitivo. Y es que los estudios afirman que la gente que no toma vacaciones suele salirle caro a la empresa.  Son más propensos a enfermar y el hecho de no tener días libres hace que no desconecten y, que aunque estén en la oficina, tengan la mente en otra parte, lo que provoca un descenso de la productividad.

Bueno, espero que con todos estos argumentos te haya convencido para que te permitas a ti mismo relajarte estas vacaciones de Pascua y las disfrutes a tope, estés donde estés.

¿Un consejo personal? Apaga el móvil o, al menos, desconecta todas las notificaciones. Supera la tentación de revisar el correo o las redes sociales, aprende a disfrutar del momento presente, de lo que tienes delante en cada momento. ¡VIVE!

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